Confederacion Nacional del Trabajo (CNT)



Barcelona, ​​30 - 31 de octubre y 1 de noviembre de 1910 (Se decide constiruir la CNT) 8 - 9 y 10 de septiembre de 1911 (Celebra su primer congreso).

Confederación Estatal de sindicatos anarcosindicalistas. Hasta el año 1936 fue, sin duda, la organización con mayor implantación en el mundo obrero del Estado, y hegemónica en Cataluña. Preconizó un sindicalismo revolucionario y apoyado en la acción directa obtuvo importantes mejoras para los trabajadores. Se organiza a base de sindicatos de oficio, hasta el año 1918.


Los posos de la CNT hay que buscarlos en la 
FRE de la AIT y sus sucesoras la FTRE y la Confederación Regional de Sociedades de Resistencia-Solidaridad Obrera -. Esta última organización, convocó y organizó para los días 30, 31 de octubre y 1 de noviembre de 1910 un congreso en Barcelona, ​​al que asistieron 136 delegados de 119 sociedades (77 de Cataluña) y las federaciones locales de Badalona, ​​Sabadell, Terraza, Valls, Vilafranca delPenedès y Zaragoza. En esta asamblea se tomó el acuerdo (por 84 votos a favor, 14 en contra y 3 abstenciones) de constituir una nueva Confederación General del Trabajo, aprobándose un reglamento provisional que debía someterse a la aprobación de las sociedades obreras representadas y / o adheridas. La ponencia que dictaminó sobre el reglamento provisional estaba formada por Jerónimo Farrè, Juan Gil, J. Mora (de Zaragoza), Josep Negro, Vicente Plaza y Pedro Sierra Álvarez. También se aprobó que el Comité federal residiera en Barcelona. Este Comité (elegido por los sindicatos de Barcelona el 19 de noviembre de 1910) estuvo formado por Josep Negro Secretario general, Timoteo Herrer secretario segundo, Miguel Permanyer secretario tercero, P. Ferrer tesorero, J. (Justo?) Martí contador, Joaquín Bueso encargado de la confección del periódico "Solidaridad Obrera", Rafael Ávila administrador del periódico, y vocales: Emilio Corominas, J. (Juan?) Esteve, Josep Fernández, J. Roca, J. (Joaquín?) Solà, M. (Miguel?) Vidal, J. Vives, y Francisco Ullod. El Comité provisional residiría en Barcelona.


Un año después, los días 8, 9 y 10 de septiembre de 1911, se celebró el Congreso constitutivo. Asistieron 121 delegados representando 99 sociedades obreras (59 de Cataluña) y 6 federaciones locales (4 de Cataluña) de 29 localidades (12 de Cataluña). Destacar que no había ninguna representación de Madrid, con una notable organización obrera.


Desde el mismo momento de su constitución la CNT sufrió la represión que decíamos, con el encarcelamiento de sus dirigentes y el cierre de sus locales. La noche del sábado 16-09-19/11 fueron detenidos los miembros del Comité, encabezados por el secretario general José Negro), (acusados ​​de ser los instigadores de la huelga general minera que había estallado en las cuencas asturianas y vizcaínas), lo que provocó que la actividad de la CNT (si es que hubo alguna), tuviera que hacerse desde la clandestinidad.


En enero de 1913 el Gobierno dirigido por el conde de Romanones dictó un indulto para los detenidos por delitos políticos / sociales, y así salieron de la cárcel a los cenetistas encarcelados en septiembre de 1911. Entonces se reorganizó el Comité Local de Barcelona que convocó una asamblea de la Confederación. Esta asamblea se celebró los días 23, 24 y 25 de marzo de 1913. Participaron unos cincuenta sindicatos de Barcelona y alrededores bajo el lema Necesidad de reconstituir la Confederación Regional. Se tomó el acuerdo de reeditar el
 periódico "Solidaridad Obrera" (suspendido desde septiembre de 1911) y se designó una comisión para redactar unos nuevos estatutos, que quedó formada por, Francisco Ferroni de Terrassa, Camilo Piñón los Fontaneros y Llautoners de Barcelona, ​​Francisco Ullod los Cerrajeros de Barcelona y Puig (deVilassar de Mar) (de este último tenemos dudas).


No duró mucho la actividad pública de la CNT, porque a raíz de la huelga del Arte Fabril y Textil del mes de agosto en Barcelona (convocada en una asamblea celebrada el día 27 de julio) la CNT volvió a ser y el · legalizada. Un nuevo expediente judicial abierto contra los hombres del Comité local de Barcelona y contra los de la Confederación Regional dejó estos organismos desarticulados. Entonces se formó una comisión clandestina formada por Josep Negro, Josep Climent, Saturnino Meca, Josep Godayol, Francisco Miranda y el anarquista Antonio Loredo, que, desde el periódico "Solidaridad Obrera", procuraba encauzar la actividad sindical.
Todo ello conllevó que la CNT no dispusiera de una mínima estructura orgánica.


En marzo de 1914, tras el sobreseimiento del expediente judicial abierto contra los miembros de los comités, estos se reunirían el día 21. Allí se tomó el acuerdo de encargar a unos determinados sindicatos que eligieran el comité local de Barcelona y el de la CRTC. Estos sindicatos fueron Fontaneros, Sociedades nueva de Peluqueros y Barberos, Federación local de Paletas, Dependientes de escritorio, Sombrereros, encuadernador, Barnizadores de Pianos, Panaderos, Cocheros "La Fraternal", Tejedores Mecánicos, Fundidores en bronce, Ebanistas, botonera de nácar, Peones de Albañilería y Carpinteros. Con todo esto no se puede decir que se reorganizara la CNT, la coordinación de los sindicatos no iba más allá de Barcelona y su área de influencia.


El 30 de abril de 1915, en el transcurso de las reuniones del Congreso Internacional de la Paz que se celebraba en El Ferrol, ángel Pestaña propuso que se reorganizara la CNT. La propuesta se aprobó y el comité de la CRTC asumió la responsabilidad de emprender la reorganización.
A finales de octubre de 1915 se nombró al nuevo Comité de la CNT que queda domiciliado en el mismo local de la CRTC en Barcelona. Manuel Andreu fue elegido Secretario General, José Triadó y Francisco Miranda Secretarios ayudantes y Manuel Solanas Tesorero.


Entre 1915 y 1918 se fue produciendo la vertebración de la CNT por todo el Estado. Entre 1917-1918 se constituyó la Regional de Andalucía. (Celebra el congreso de constitución en Sevilla el 1 de mayo de 1918). Entre 1918-19 la del País Valenciano (Congreso celebrado en Valencia en diciembre de 1918). La Confederación Asturiana se constituyó en octubre de 1920.


En Cataluña la CNT tenía en 1915 unos 15.000 afiliados y en junio de 1918 más de 74.000.



El anarcosindicalismo de Cataluña fue el motor de la CNT, no sólo porque su Comité residiera regularmente en Barcelona, ​​sino porque las actuaciones de su organización territorial, la CRTC, marcó las pautas de las acciones y organización de toda la Confederación.


El 25 de marzo de 1917 la CNT y la UGT firmaron un pacto de unidad de acción y en un manifiesto hecho público dos días después exigían cambios fundamentales del sistema político. De este pacto salió la huelga general revolucionaria de agosto siguiente, enfrentándose abiertamente los sindicatos con las estructuras del Estado. La huelga fue un fracaso y costó 70 muertos, 43 de ellos en Catalunya).



En junio de 1918 la CRTC celebró un congreso (el Congreso de Sants), para reorganizar las estructuras de los sindicatos, creándose los sindicatos de ramo o industria, conocidos por Sindicato único, donde se encuadraban todos los afiliados de un mismo ramo . Así, el Sindicato de la Construcción lo formaban las secciones de albañiles, escayolistas, pintores, peones, etc. Y los delegados de los diferentes ramos de una población, formaban la federación local. Asistieron 155 delegados que representaban 74.219 federados de 137 sociedades. Después de este congreso se eligió un nuevo Comité para la CNT y un nuevo secretario general, Manuel Buenacasa. Esta nueva estructura permitió que la CNT de Cataluña, a principios de 1919, promoviera y dirigiera la huelga de la Canadiense. Una demostración de fuerza y ​​de organización con la que la CRTC impuso el reconocimiento legal, para todo el Estado, de la jornada máxima de trabajo de 8 horas. También a principios de 1919 la CNT se vio fortalecida por la adhesión de la Federación Nacional de Agricultores (hasta entonces independiente de las dos grandes centrales sindicales del Estado), que había tomado el acuerdo en un congreso celebrado en Valencia el 1918 (25/27 diciembre).


En diciembre de 1919 la CNT convocó y celebró en Madrid su segundo congreso confederal (congreso del Teatro de la Comedia) donde se acreditaron 437 delegados que representaban a 716.409 afiliados. Cataluña era la delegación más numerosa con 129 delegados y más de 428.000 afiliados. En un clima de euforia por los acontecimientos de la revolución Rusa, el congreso decidió adherirse-provisionalmente-a la Tercera Internacional y declaró: la finalidad de la CNT es el comunismo libertario. La CNT se encontraba en la cima de su desarrollo cuantitativo, pero la praxis de los elementos que años después formarían la FAI, minarían la filosofía anarcosindicalista que se había gestado con Solidaridad Obrera.


En Cataluña entre los años 1919 y 1923 los enfrentamientos entre la patronal y la CNT traspasaron las barreras de las huelgas / cierre patronal. La violencia de la Patronal, organizando grupos armados con el apoyo del aparato policial y represivo del gobernador civil de Barcelona, ​​general Severiano Martínez Anido, intentó eliminar la CNT. Citamos unas declaraciones de este gobernador unos años después, siendo ministro de Gobernación de la dictadura de Primo de Rivera-Zamora, 1927 - "yo solucione los conflictos sociales de Barcelona sin acero uso de la Policía ni la Guardia Civil. Lo que hice FUE levantar el espíritu ciudadado y recomendar a los Obreros libros que por cada uno de los Suyo que Cayero, debian matar a 10 sindicalistas”. Dicho general también fue ministro del primer gobierno militar de la dictadura del general Franco, en 1938. Y Francesc Cambó, refiriéndose al periodo 1920-1922 escribía: En el poder ejecutivo, ante los atentados sindicalistas, no se acudió otra cosa que organizar atentados antisindicalista. Esta violencia, decíamos, dio razones contra-terrorismo enquistado en la CNT (dirigido por los hombres que luego fundarían la FAI, Durruti,Ascaso, García Oliver, Ricardo Sanz, etc.) Para lanzarse por el camino de la violencia. Tuvieron más de 400 víctimas obreras, entre los que cabe destacar los secretarios de la CNT Evelio Boal y Salvador Seguí, el abogado defensor de los obreros Francesc Layret, y atentados mortales contra el presidente de la Asociación de Patrones Electricistas, contra el jefe del Gobierno del Estado Eduardo Dato (08 de marzo de 1921), contra el gobernador civil de Barcelona conde de Salvatierra, contra el cardenal Soldevila, etc.). Entre el año 1919 y 1920 el Ayuntamiento de Barcelona reconocía que había habido 300 atentados contra patronos y obreros sin que ninguno de estos atentados fuera juzgado.


Durante el año 1920 la CNT y la UGT organizaron diferentes encuentros y se cruzaron algunos escritos buscando la unión de las dos centrales sindicales. El día 3 de septiembre una comisión encabezada porEvelina Boal Secretario general de la CNT, Salvador Seguí Secretario de la CRTC, Francisco Largo Caballero y Francisco Núñez Tomás (secretario y presidente accidental de la UGT respectivamente, dirigieron un comunicado a todos los trabajadores de del Estado proponiendo y pidiendo la unidad de acción en las reivindicaciones obreras. Parecía el paso previo a una fusión que, desgraciadamente, nunca llegó.


No hacían falta argumentos para declarar ilegal la CNT, cerrar sus locales y encarcelar a sus dirigentes. En noviembre de 1920, el citado general Martínez Anido, hizo encarcelar 64 dirigentes de la CNT de una sola tacada, 32 de los cuales fueron deportados en el castillo-prisión de la Mola (Mahón). A título de explicación el general dijo, No son uns deportaciones, sino un apartamiento del foco de lucha.


En abril de 1921 en un Pleno de federaciones regionales, celebrado en Barcelona, ​​la CNT nombró una delegación para asistir al tercer congreso de la Tercera Internacional y la constitución de la InternacionaSindical Roja (ISR) (Moscú, julio de 1921). La delegación la compusieron Víctor Colomer, Jesús Ibañez, HilarioArlandis, Joaquín Maurín, Andreu Nin y el el representante de los grupos anarquistas Gaston Leval. Un año después en una conferencia extraordinaria celebrada en Zaragoza el 11 y 12 de junio de 1922, se tomó el acuerdo de retirar la adhesión a la Tercera Internacional y adherirse a la nueva AIT que se estaba organizando en Berlín . Ángel Pestaña y Salvador Seguí firmaron la proposición que argumentaba la retirada de la adhesión.


Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) también se prohibió la CNT, clausurados sus locales y cerrado el diario "Solidaridad Obrera". Su actividad disminuyó ostensiblemente, pero a pesar de la clandestinidad se celebraron diferentes Plenos de Delegados:



Granollers, diciembre de 1923,Sabadell, mayo de 1924,
Madrid, enero de 1928,
Llavaneres, junio de 1928.




En 1930 la CNT reemprendió plenamente su actividad. El 16 y 17 de febrero se celebraba una Pleno de delegados con presencia de representantes de los Comités regionales de Aragón, Asturias, León-Palencia, Levante, Rioja-Navarra y Cataluña. El día 22 el periódico "Acción" publicaba una circular del Comité confederal con las instrucciones básicas para la reorganización de los sindicatos, los comités locales y comarcales. El día 30 de abril presentaba los nuevos estatutos al gobierno civil de Barcelona y el día 7 de julio enviaba una circular al Comité de la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña (CRTC), con directrices sobre el carné, el sello confederal (que valdría 15 céntimos) y el registro sindical, insistiendo en que el tema más urgentes era la reorganización: La tarea más urgente, la que exigen desplegar toda la energía de las cuales serán capaces los militantes de la CNT es la de organizar los Sindicatos. El 23 de noviembre de 1930 el periódico "Acción" publicaba un manifiesto del Comité de la CNT (aprobado en un Pleno de Regionales celebrado los días 5 y 6 de noviembre) en el que se solicitaba la sindicación de toda la clase trabajadora para la derrocación del régimen burgués y para la suplantación del Estado por una convivencia libre.


En junio de 1931 celebró en Madrid el tercer congreso confederal, Asistieron 418 delegados representando a 535.565 afiliados de 511 sindicatos (la delegación del Principado estaba representada por 129 delegados y 296.459 federados de 92 poblaciones). Se aprobó incluir en la organización de la CNT las federaciones de industria impulsadas por Joan Peiró y la CRTC.


Aunque en los dictámenes del congreso se impusieron las tesis moderadas, los miembros extremistas de la FAI impulsaron en los "plenos locales" y "llenos regionales" las posturas más radicales:


"Propugnamos el hecho revolucionario, despreocupándose de si estamos preparados o no, ya que el problema revolucionario no es cuestión de preparación sino de voluntad..." (Juan García Oliver).


Esta radicalización tuvo su punto álgido en los movimientos insurreccionales del Alto Llobregat (enero 1931) y Terrassa (febrero 1932). También agudizaron las fricciones internas, ya expresadas públicamente a finales de agosto de 1931 con el llamado "manifiesto de los treinta" y con diversas y continuadas acusaciones mutuas -faistes/trentistes- en la prensa.


A mediados de marzo de 1932 dimitió el comité estatal, a cuyo frente estaba Ángel Pestaña y fue sustituido por un comité conjunto de faístas (Manuel Rivas-secretario-Ricardo Sanz, etc.). Todo ello provocó una gran escisión. En abril de 1932 en Sabadell la mesa del Pleno Regional no acepta las credenciales de los delegados de los Sindicatos de Girona, Lleida y Tarragona, (afines al BOC) y en septiembre de 1932 el Comité expulsa la Federación Local de Sabadell, una de las más fuertes del Principado, encabezada por "treintistas", que se había negado a pagar el sello confederal, para que los sindicatos de Barcelona, ​​dirigidos por faístas, no respetaban el sistema de votación por cotización de sellos confederales y imponían las votaciones por afiliación.
Estas expulsiones debilitaron la fuerza y ​​las acciones de la CNT de Cataluña y por extensión del movimiento obrero, sin embargo continuó siendo el sindicato hegemónico.


Una parte de estos sindicatos regresaron al seno de la CNT en el congreso de Zaragoza (mayo de 1936) y otra, encabezada por la federación de Sabadell se adhirieron a la UGT (julio de 1936). En este último congreso asistieron 649 delegados que representaban más de 550.000 afiliados, de un total de 800.000 afiliados que se calculaba que había en todo el Estado.


Se ha dicho que la CNT fue determinante para sofocar la sublevación militar en Barcelona en julio de 1936. Tal vez no fue determinante, pero transformó el golpe de Estado en una situación de revolución de la clase obrera. En Cataluña la fuerza de la CNT impuso el Comité de Milicias Antifascistas, verdadero contrapoder del gobierno de la Generalitat, y después de la incautación de las grandes empresas, se constituyeron en las fábricas los Comités de Control Obrero CNT-UGT.


En septiembre de 1936 destacados dirigentes cenetistas pasaron a formar parte del gobierno de la Generalitat, Joan Porqueras, Economía. Josep Juan i Domènech, Abastos. Antonio Garcia y Birlan, Sanidad y Asistencia Social. (Por parte de la CNT del acuerdo se tomó en un Pleno de federaciones locales y comarcales celebrado el día 24). Sin embargo el mes de noviembre también entraron a formar parte del Gobierno del Estado, Francisco Largo Caballero, Joan Peiró, Juan López Sánchez, Juan García Oliver y Federica Montseny Mañé.


En 1939 los militantes y los dirigentes de la CNT tuvieron que exiliarse y se constituyó un comité en Francia. Los que se quedaron en Cataluña (o en el resto del Estado) sufrieron una implacable y feroz represión. Solo en Catalunya fueron fusilados más de 840 militantes de la CNT.


En el exilio, la entrada de Horacio Prieto y de Expósito Leiva en el gobierno de José Giral desencadenó la escisión de la CNT (Toulouse, octubre de 1945). La CNT "apolítica" fue mantenida por Josep Esgleas, FedericaMontseny, Felipe Alaiz, Josep Peirat, la "política", por Horacio Martínez Prieto, Diego Abad de Santillán, Manuel Buenacasa y Juan López entre otros. Encabezada por Federica Montseny la dirección de la CNT en el exilio queda establecida en Toulouse.



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Para añadir datos sobre la fecha de constitución de la CNT reproducimos el texto de la primera ponencia del congreso de 1910, aprobada en la segunda sesión (extraída del libro Congreso de Constitución de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), pág. 56. Editorial Anagrama. Barcelona, ​​1976).


Primera Ponencia


Tema 3. Es de necesidad o conveniencia para el sindicalismo que la SO pase a ser una Confederación Nacional?
DICTAMEN: Que se constituya una Confederación General del Trabajo Española, integrándola temporalmente todas aquellas Sociedades no adheridas a la UGT en la condición que una vez constituida la CG del Trabajo Española, se procure de unir toda la clase obrera en una sola organización. - Barcelona, ​​30 de octubre de 1910.
Como hemos dicho al principio, este dictamen fue aprobado por 84 votos a favor, 14 en contra y 3 abstenciones.
Y también reproducimos el primer párrafo de la memoria, leída por Josep Negro, en la primera sesión del congreso de 1911.


¡Salud! Acordada en el Segundo Congreso convocado por la Confederación Regional Solidaridad Obrera, cuyas Sesiones tuvieron ligar en los días 30, 31 de octubre y 1 de noviembre del año Próximo Pasado y en este mismo "local, que la Confederación Regional pasara a Serles nacional por las RAZONES expuestas en las Asambleas de digo Congreso y nombrados los Compañeros que integramos el Comité Federal para quitar a Efecto digo labor, venimos hoy a Daros Deducción Nuestras gestiones, ansiando que el resultado de las mismas merezcan la aprobación de los Compañeros DELEGADOS presentes en esta asamblea , primera del primer Congreso que celebra la Confederación Nacional del Trabajo.



Otros datos de la CNT:


Detalles del Congreso de Barcelona de 1910.
Detalles del Congreso de Barcelona de 1911.
Detalles del Congreso de Madrid de 1919.
Detalles del Congreso de Madrid de 1931.
Detalles del Congreso de Zaragoza de 1936.
Detalles del Congreso de Sants. Barcelona, ​​1918.
Estatutos de la CNT. (Barcelona, ​​abril de 1930).
Manifiesto de los treinta. (Agosto de 1931).
Secretarios de la CNT (1910 - 1936).
Manifiesto de los Sindicatos de Oposición. (Manresa, 1933).
Cronología de las principales asambleas de la CNT y de la CRTC.





Confederación Regional de Sociedades de Resistencia, Solidaridad Obrera


Barcelona, ​​6-8 de septiembre de 1908.


Formación obrera constituida con la idea y finalidad de extender la organización unitaria de Solidaridad Obrera más allá de Barcelona y sus alrededores. La celebración de un Congreso Obrero que reuniera todas las sociedades obreras de Cataluña fue decidida en una asamblea de Solidaridad Obrera celebrada en Badalona el 15/03/1908. En el congreso participaron socialistas y anarquistas, 154 delegados que representaban a 95 sociedades federadas 22 sociedades adheridas, 4 Federaciones Locales (Sabadell, Tarragona, Terrassa y Vic), la Agrupación Obrera de Calella y la colectividad Obrera de Palafrugell. En fue elegido secretario general JoséRoman (junta). Este entendimiento permitió un rápido crecimiento de afiliados, a pesar del estroncament que representaron los graves acontecimientos de "La Semana Trágica" (verano de 1909). La vitalidad de esta organización queda patente cuando dos años después, en octubre de 1910, organizó un congreso, abierto a todas las sociedades obreras del Estado, para constituir una central sindical de alcance Estatal. Esta idea no estuvo bien vista por la UGT, sin embargo asistieron destacados dirigentes socialistas. El citado congreso se celebró en Barcelona los días 30, 31 de octubre y 1 de noviembre de 1910, con delegados de 119 sociedades (79 de Cataluña y el resto de todo el Estado) y 6 Federaciones locales (Sabadell, Badalona , Terraza, Valls,Vilafranca del Penedès y Zaragoza). Destacar que no había ninguna representación de Madrid ni de Bilbao. En su primera ponencia se presentó la idea fundamental del congreso:



Es de necesidad o conveniencia para el sindicalismo que la Solidaridad Obrera pase a ser una Confederación Nacional?.

DICTAMEN: Que se constituya una Confederación General del Trabajo Española, integrándola temporalmente todas aquellas Sociedades no adheridas a la UGT en la condición que una vez constituida la CG del Trabajo Española, se procure de unir toda la clase obrera en una sola organización. - Barcelona, ​​30 de octubre de 1910.


Este Dictamen fue aprobado por 84 votos a favor, 14 en contra y 3 abstenciones, y se rechazó un voto particular presentado por el socialista Sitges Juan Durán.


La Confederación continuó con la publicación del periódico "Solidaridad Obrera"

Carta de Anselmo Lorenzo al Congreso de la CNT (08/09/1911)



(Fuente: )

 Compañeros:

Permitidme que, sin más títulos para distraer momentáneamente vuestra atención que mi osadía, os dirija fraternal saludo y cariñosa excitación (sic).

Vuestra reunión, más que el cumplimiento de un acuerdo y de una prescripción reglamentaria, representa el momento destinado a tomar una determinación reflexiva antes de seguir obrando, por no decir rodando, inconscientemente por el despeñadero de los acontecimientos.

Pensad en que habéis de cumplir el mandato de los que os delegaron, en robustecer y dar forma viable y progresiva a la Confederación de que formáis parte, sin olvidar que todo movimiento obrero consciente parte del impulso racional y enérgico que dio la Internacional en el pasado siglo, proclamando que la emancipación de los trabajadores es un problema internacional, que cuantos se agrupen para resolverlo han de proponerse la extinción de todo privilegio y que la realización de ese ideal ha de ser obra de los trabajadores mismos.

 Con ese criterio considerad que un número inmenso de trabajadores españoles vegetan en la ignorancia, la miseria y la indiferencia, dando comparsería a cuantos mixtificadores burgueses o aburguesados les piden su concurso; que cada año emigran cien mil de ellos, no por falta de trabajo, puesto que en España escasean vías de comunicación, cultivo, riego, buenas habitaciones, cultura, higiene y otras muchas cosas necesarias, sino por falta de jornales, debido a que propietarios y capitalistas, monopolizadores de los medios de producir, no necesitan mayor múmero de trabajadores que el empleado para que por accesión aumenten su ganancia.

Tened presente que la lucha entablada entre explotadores y explotados, cada día más aguda en todo el mundo, cuenta ya una historia de la que se desprende una experiencia que nos enseña a abandonar errores y a no extraviamos por influencia de desviadores, y que la organización de que formáis parte no es un conjunto de egoístas que se propongan mejoras en el jornal y en el trabajo como único fin a cambio de una cuota mínima, ni de mutualistas que funden el derecho sobre la base del pago de la cuota mensual y nieguen su solidaridad a todo trabajador que no la compre a ese precio.

El sindicalismo es una organización de egoístas, mutualistas y altruistas en una sola pieza que tratan de reunir a todos los desheredados en una acción común para la abolición de las clases y la reconstitución de la sociedad humana, no en fracciones nacionales encerradas en fronteras, sometidas a Estados políticos y regidas por Constituciones democráticas, sino extendida a todo el mundo sobre la base de amplísima igualdad que, respetando y aun fomentando todas las aptitudes individuales, constituya el universal concierto de la vida por el trabajo y por la solidaridad.

Buena, excelente es la organización de los trabajadores si se sostiene en condiciones progresivas; pero pierde su bondad y su excelencia si, por atavismo y a semejanza de los Estados, se hace estacionaria o si, aconsejada por políticos o economistas burgueses ahorra dinero para negociar, o para pagarse jefes y representantes parlamentarios, o para obtener el aprovechamiento de algunos desperdicios del privilegio y llega hasta ser preferible la desorganización si los trabajadores asociados, después de pagar su cuota, creen haber cumplido sus deberes, se entregan al abandono, dejan a compañeros diligentes la marcha administrativa del sindicato y por añadidura expulsan y desprecian al que no puede cotizar.

La organización sindicalista no toma al trabajador para engrandecer la asociación, sino al revés, ofrece la asociación al trabajador para fortalecerle y dignificarle.

 Es ya de toda evidencia que el sindicalismo no logra sus fines por la cuota en metálico, aunque la utilice para la vida ordinaria, sino por la cuota en especie, formada por el pensamiento, por la voluntad, por la energía, por la esperanza, cuota que han de pagar con su asistencia, su acción y su responsabilidad todos los trabajadores para alcanzar los bienes individuales y colectivos correspondientes al hombre y a la humanidad, es decir, para realizar la emancipación.

Con estas breves indicaciones y confiado en vuestra juventud y en vuestro entusiasmo por el ideal os saluda fraternalmente vuestro compañero.

Anselmo Lorenzo.

Barcelona, 8 septiembre 1911

CONGRESO DE CONSTITUCIÓN DE LA C.N.T






Celebrado en Barcelona del 30 de Octubre al 1 de Noviembre de 1910




PRIMERA PONENCIA


TEMA 3º ¿ES DE NECESIDAD O CONVENIENCIA PARA EL SINDICALISMO QUE LA SOLIDARIDAD OBRERA PASE A SER UNA CONFEDERACIÓN NACIONAL?

DICTAMEN:

«Que se constituya una Confederación General del Trabajo Española, integrándola temporalmente todas aquellas Sociedades no adheridas a la U.G.T., en la condición de que una vez constituida la Confederación General del Trabajo Española se procure llegar a un acuerdo entre las dos Federaciones a fin de unir toda la clase obrera en una sola organización.


TEMA 11º UNA VEZ ORGANIZADA LA CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO, ¿PRECISA LA CONSTITUCIÓN DE FEDERACIONES DE OFICIO Y SIMILARES?

TEMA 13º CONVENIENCIA DE QUE LOS OBREROS ESTÉN ORGANIZADOS POR ARTES Y OFICIOS.- QUE LOS OFICIOS SIMILARES O CONCURRENTES A UN OBJETIVO COMÚN ESTABLEZCAN FEDERACIONES


... poniendo a discusión los temas 11 y 13 de la primera ponencia, aprobándose por unanimidad los dictámenes de mayoría relativas a estos temas, o sea que una vez organizada la Confederación es de suma necesidad la constitución de Federaciones de Oficio y similares.


SEGUNDA PONENCIA


TEMA 4º MANERA DE PUBLICAR UN DIARIO SINDICALISTA ÓRGANO DE LA CONFEDERACIÓN


DICTAMEN:

La Comisión estima de imprescindible necesidad la publicación de un periódico diario que sea un verdadero defensor de la clase trabajadora; pero, no obstante, cree que las circunstancias económicas por que hoy atraviesa la organización sindicalista no son a propósito para acometer tan magna empresa de propaganda. Sin embargo, desea que el Congreso conceda atribuciones al Consejo Directivo de la Federación, para que una vez conocido el número de colectividades adheridas estudie el medio más práctico de llevar a efecto la obra de fundación del periódico. Con tal objeto, en el próximo Congreso o antes, si fuese posible presentará un resumen de sus trabajos que serán basados en la más estricta realidad de la situación. En tanto esto no sea, el Congreso debe acordar que «Solidaridad Obrera» pueda publicarse con regularidad semanal, en mayor tamaño aún que ahora, a fin de que pueda prestar mayor atención al gran desarrollo que la organización trabajadora y las luchas sociales van tomando actualmente en España.


TEMA 6º ¿LA PROPAGANDA SINDICALISTA PUEDE DAR MAYORES RESULTADOS QUE COMPENSEN DE LOS ESFUERZOS Y ENERGÍAS EMPLEADOS? EN CASO AFIRMATIVO, ¿QUÉ FORMA Y MANERAS SE CREE MÀS PRÁCTICAS PARA ALCANZAR DICHO RESULTADO?


DICTAMEN:

La Comisión reconoce que la propaganda sindicalista sí puede dar mayores resultados que los obtenidos hasta ahora. Para ello propone los siguientes medios al Congreso:


 Crear en todas las poblaciones donde sea posible, grupos dedicados únicamente a la divulgación de los principios sindicalistas entre la clase trabajadora, especialmente entre la juventud obrera. Estos grupos deberán servir también de escuela educativa para constituir un plantel de compañeros aptos para dirigir la palabra al público en los mítines, explicar conferencias, escribir en los periódicos y todas las demás formas de la acción sindical.

 Publicar hojas escritas sencillamente para repartir gratis a todos los explotados del taller, del campo y de la mina. Serán sufragados los gastos de estas hojas por un prorrateo especial y único de un céntimo por federado cuyo importe puede quedar siempre en fondo puesto que las hojas serán vendidas a 25 céntimos el ciento a los grupos o compañeros quienes se encargarán de su distribución en las diversas localidades.
 Editar con el mismo fondo recaudado para las hojas folletos de buena y clara propaganda sindicalista que serán vendidos a un precio que nunca podrá exceder de 5 céntimos a fin de hacer más factible la divulgación.


Caso de que el Congreso se encuentre conforme con este dictamen, la Comisión estima preciso se constituya dentro del Consejo Directivo de la Federación Nacional un comité de propaganda para encargarse de llevar a la práctica estas decisiones, así como también las demás que puedan ser necesarias, siempre que estén en concordancia con el criterio expuesto en estas resoluciones.


TEMA 10º NECESIDAD DE ESTABLECER ESCUELAS DENTRO DE LOS SINDICATOS OBREROS. MANERA PRÁCTICA DE LLEVARLO A EFECTO


DICTAMEN:

La Comisión se muestra en un todo conforme con que las Sociedades o Federaciones Locales aborden la fundación inmediata de escuelas para educación de los trabajadores. Como método de enseñanza creemos más práctico que las escuelas estén inspiradas en la divulgación racional de los conocimientos científicos y en la aplicación de la enseñanza técnico-profesional, para hacer de los alumnos obreros a la vez que hombres despojados de todos los prejuicios y defensores de sus derechos, trabajadores aptos para conquistar dignamente en la actual sociedad el salario preciso a satisfacer sus más perentorias necesidades. Por tanto, a fin de realizar estos deseos, se encarece de las colectividades aludidas en el primer párrafo, que se impongan cuotas extraordinarias para hacer posible la creación de escuelas merced al propio esfuerzo de la clase trabajadora organizada.
Puestos a discusión y después de hablar varios compañeros, se aprueba lo siguiente:


 Que es indispensable la creación de un diario sindicalista órgano de la Confederación; pero en vistas de la situación económica por que atraviesan los Sindicatos obreros, prestar todo el apoyo posible al periódico que se viene publicando, «Solidaridad Obrera».

 Crear grupos de jóvenes obreros que se dediquen a la propaganda sindicalista y repartir con frecuencia hojas encaminadas al mismo objeto.

 Dentro de los Comités se nombrarán Comisiones que se preocupen de la creación de escuelas.


TERCERA PONENCIA


TEMA 1º EL SINDICALISMO A BASE MÚLTIPLE


El Congreso se pronuncia por la acción directa sobre la base múltiple, con dispensa en ciertos casos de la obligación imprevista.


TEMA 14º MODO DE ALCANZAR LA ASOCIACIÓN DE LOS OBREROS DE UN MISMO OFICIO Y ABOLICIÓN DEL TRABAJO A DESTAJO


Se divide en dos partes para mejor discusión, una sobre la asociación y otra sobre la abolición del destajo. Apruébase la primera en la siguiente forma:


Que cada Sindicato imponga en su reglamento un artículo por el que se obligue a todo asociado a sindicar a su familia en la Sociedad del oficio que le corresponda, en la Varia o en la más afín, y, además, todo obrero venga obligado a hacer propaganda activa en favor de la asociación de los trabajadores.


Se pasa a la segunda parte del tema 14º, que por no haber emitido dictamen la Ponencia, se ha hecho suya el ponente compañero Marcet, de Sabadell. Tras pequeña discusión, y después de rechazar una proposición, se aprueba la siguiente:

Para abolir el trabajo a destajo se emplearán todos los medios que aconseja la acción directa para salir airosos de nuestros propósitos, como son: boicotaje, el sabotaje, etc., en las materias necesarias a la casa donde se entable la lucha.


TEMA 15º ¿CUÁL MEDIO SE CREE MÁS EXPEDITO PARA IMPEDIR QUE TRABAJEN LOS MENORES DE 14 AÑOS DE AMBOS SEXOS?


Se decide también prohibir a rajatabla el empleo de mano de obra infantil.


CUARTA PONENCIA


TEMA 5º ¿EL SINDICALISMO HA DE SER COMO MEDIO O COMO FIN A LA EMANCIPACIÓN OBRERA?


DICTAMEN:

El Congreso declara que:

Constituyendo el Sindicalismo la asociación de la clase obrera para contrarrestar la potencia de las diversas clases poseedoras asociadas, no debe considerársele como una finalidad social, no debe ser interpretado como un ideal, sino como un medio de lucha entre los dos antagónicos intereses de clase, como una fuerza para recabar de momento todas aquellas ventajas que permitan a la clase trabajadora poder intensificar esta lucha dentro del presente estado de cosas, a fin de conseguir con esta lucha intensificada la emancipación económica integral de toda la clase obrera, mediante la expropiación revolucionaria de la burguesía tan pronto como el Sindicalismo, o sea la asociación obrera, se considere bastante fuerte numéricamente y bastante capacitada intelectualmente para llevar a efecto la expropiación de aquellas riquezas sociales que arbitrariamente detente la burguesía y la consiguiente dirección de la producción.


TEMA 8º LA EMANCIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES HA DE SER OBRA DE LOS TRABAJADORES MISMOS. ¿CUÁL ES LA ÚNICA Y VERDADERA INTERPRETACIÓN QUE DEBE DARSE A ESTA FRASE?


DICTAMEN:

Como una obligación, como un imperativo, como una síntesis, como una concepción clara y terminante del futuro, la grandiosa Internacional proclamó y afirmó de rotunda manera que la «emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos». Y de nadie más. Verdad axiomática, no necesitará demostración, como no la necesitan las verdades cuya fuerza probatoria surge de su propio enunciado.

Aquella Internacional de grato recuerdo y gloriosa vida, que fue simiente y riego fecundo, que trazó un mundo nuevo y dio ideas, luz para generaciones enteras, tiene en su haber como honra más meritoria y orgullo más encomiable, la noble sinceridad de sus principales hombres, quienes aun no siendo trabajadores manuales, tuvieron la franqueza de decir a los obreros de todo el mundo que la emancipación no podría venirles sino de ellos mismos, de su propio y personal esfuerzo.

¡Fuera engaños! ¡Fuera tutelas! Haga explosión la verdad en todos los cerebros y sépase de una vez para siempre que el trabajador no debe esperar nada de nadie, sino de si mismo. La sinceridad de las declaraciones y procedimientos de las grandes figuras de la Internacional, resulta de una verdad paradójica, pues es chocante que haya habido hombres que a si mismos se condenasen haciendo que los trabajadores sólo creyesen en si propios y supiesen de antemano que su emancipación no deberían esperarla de ajena voluntad sino de su esfuerzo personal y colectivo.

Y es que si como hombres puede haber -y hay- muchos capaces de sentir como propia la causa de los trabajadores y hacer tanto por la emancipación de éstos como ellos mismos, como clase no es posible que los no pertenecientes a la obrera puedan tener interés hondo por la emancipación de los asalariados. Esto no es todo. Cabe que haya quienes anhelen desaparezca del mundo la presión y la miseria. Pero lo que no cabe es que sea verdad que haya quienes intenten emancipar a los trabajadores presentándose como tutores y procuradores de ellos.

Contra estas tutelas ponía en guardia la Internacional a los obreros al decirles que su emancipación tenía que ser la obra de ellos mismos, porque en realidad para emanciparse es preciso, indispensable, estar emancipado de todo tutor o procurador, que incompatibles son los tutelajes y la emancipación, ya que mientras no se esté emancipado del tutor se tiene quien lo mande y lo domine y quien pueda engañarlo y explotarlo.

La emancipación es el resultado inmediato de la emancipación moral, y no alcanzará la primera el que moralmente siga siendo esclavo de éste o del otro individuo. Y esclavo es el que no piensa por si, ni obra espontáneamente con arreglo a su raciocinio y por su esfuerzo directo.

Que los hombres de la Internacional tuvieron razón al advertir a los trabajadores que su emancipación había de ser su propia obra lo demuestra el hecho de que a pesar de la divulgación de ese axioma y de lo conocido que es en el mundo entero, aún hay millares y millares de trabajadores que confían en su emancipación mediante la labor de otros hombres -trabajadores o no-, empleando medios indirectos en vez del directo explícitamente indicado en la frase que sirve de encabezamiento a este esbozo.

No es la obra de ellos mismos cuando encargan de su emancipación a otros; ni es posible se emancipen quienes empiezan por estar sometidos a las buenas o malas intenciones, a los acertados o disparatados actos de otros, a la voluntad perezosa o activa de los demás, a las conveniencias particulares o no de otros. La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de ellos mismos; y agregaremos con Farga Pellicer «que esta afirmación está fundada en el hecho de que no hay institución ni clase social alguna que por la obrera se interese», todas las que del monopolio y de la explotación viven sólo procuran eternizar nuestra esclavitud.

Desde luego, se echa de ver que nadie puede tener interés en la emancipación de los trabajadores fuera de estos mismos, por cuanto que esa emancipación es de carácter económico y conseguida la cual caen forzosa e inevitablemente todos los privilegios, todas las ventajas de que en el actual régimen social disfrutan cuantos no son obreros. Y al decir esto no es posible olvidar que los obreros llamados intelectuales sufren en su mayoría penurias parecidas a las de los manuales, pero como entre ellos se reclutan los políticos, los vividores de toda especie, escalando no pocos de los puestos de privilegio, en general no tienden a la destrucción del régimen y antes bien lo consolidan y aún procuran servirse de los manuales para esos encumbramientos que les hacen placentera y grata vida.

Raro es el obrero manual que se emancipa del salario dentro del régimen actual, y aunque hay quienes pasan de explotados a explotadores y de manuales a intelectuales y por lo consiguiente a privilegiados, a políticos, a empleados, a sostenedores del presente sistema político-social, en general se puede decir que sólo los obreros manuales son los verdaderamente interesados en la abolición de todos los privilegios, de toda explotación y de toda forma de opresión. Los obreros intelectuales que a un ideal individual de encumbramiento sustituyan el de emancipación colectiva pueden naturalmente formar en las filas de los manuales contribuyendo a la emancipación moral de los trabajadores con su inteligencia, pero siempre teniendo entendido que pues la emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos, ellos no han de figurar entre nosotros como nuestros emancipadores ni a ellos hemos de confiar nuestra emancipación que ha de ser -tiene que ser- nuestra propia obra.

La emancipación económica de los trabajadores es algo que nadie ha tenido en cuenta hasta que la Internacional la proclamó bravamente. Habráse podido tender a mermar el poderío de los señores feudales para robustecer el real; habráse podido disminuir el poder real en beneficio de las clases medias; habráse podido llegar a la república aboliéndose la autoridad de los monarcas, pero en todos esos cambios realizados mediante el esfuerzo de los trabajadores que han sido el cuerpo y el brazo dirimidor de las contiendas, la situación económica del obrero ha seguido siempre lo mismo. Explotado ayer y hoy y siempre.

No se niega con esto el progreso moral e intelectual que los cambios políticos han acarreado para los trabajadores. Su esfuerzo para beneficiar a otras clases ha mejorado su condición y los han colocado en situación de hombres y los han colocado en situación de poder anhelar su emancipación económica que era algo que permanecía nebuloso, algo que ha confundido en todos los tiempos - aún hoy muchos confunden- con determinadas libertades políticas. Y si bien en todas las épocas hubo alzamientos de carácter económico, propósitos de implantar un sistema comunista de vida, en general esos propósitos tenían en su contra las tendencias autoritarias de los mismos rebeldes, su organización revolucionaria con caudillos y jefes.


Y no es posible la emancipación de los trabajadores en tanto éstos tengan un emancipador, un jefe, por cuanto que aun logrando vencer a los sustentadores del régimen, no harían más que instaurar otro régimen de privilegios en el que resultarían privilegiados los emancipadores, los jefes. Que no es posible abolir los privilegios con organismos en que el privilegio exista, por cuanto no es posible la emancipación sino como obra de los trabajadores mismos. La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos. Tengamos esto presente los asalariados en todo momento.


Se presenta una proposición incidental por algunos compañeros. La ponencia la acepta como conclusión al dictamen, y se pasa a votación siendo aprobada por unanimidad, con una aclaración del compañero Ávila. Después de esto es aprobada la siguiente proposición incidental en sustitución al dictamen de la ponencia:


El Congreso declara que la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos. Por tanto reconoce que los sindicatos que integran la Federación Nacional sólo pueden estar constituidos por los obreros que conquistan su jornal en las empresas o industrias que explotan la burguesía o el Estado. No obstante, y como aclaración a lo anterior, debe considerarse exentos de esta clasificación a aquellos obreros que por su trabajo pueden perjudicar directamente a la organización sindical.


TEMA 12º MODO DE LOGRAR EL ABARATAMIENTO DE LOS ALQUILERES Y SUPRESIÓN DE LOS ODIOSOS DEPÓSITOS


DICTAMEN:

Habiendo acordado esta Federación en su anterior Congreso adoptar la acción directa como medio de lucha más eficaz, así como acordó la creación de Sociedades de resistencia contra el inquilinato, acuerdo que no puedo cumplirse porque en el momento de llevarlo a la práctica, causa mayor y de humanidad hizo cesar en su actuación a Solidaridad Obrera; considerando que el privilegio de la propiedad privada se basa en la fuerza; considerando que la fuerza económica de la burguesía sólo puede ser vencida por un hecho revolucionario de la clase obrera organizada; el congreso declara la urgente necesidad de aplicar la acción directa obrera contra esta fuerza económica burguesa, exteriorizándola en forma de boicot contra los propietarios que se nieguen a suprimir el depósito en sus contratos de arrendamiento; y a este efecto el Congreso preconiza una activa campaña en los periódicos sindicalistas, a fin de interesar al gran público en esta cuestión y crear una corriente de opinión vigorosa para que obligue a los propietarios a la rebaja de alquileres, sin perjuicio de que en caso extremo y como supremo recurso negarse sistemáticamente toda la clase obrera organizada al pago de los susodichos alquileres, mediante la huelga general de inquilinos.

Formar en todas las provincias que se crea conveniente Sociedades de Inquilinato, debiendo este Sindicato tener en sus estatutos un artículo en el que todos los obreros que en él forman parte vienen obligados a pertenecer en sus sociedades de Oficios Varios.


QUINTA PONENCIA


TEMA 2º MEDIOS DE OBTENER LA JORNADA DE OCHO HORAS.- SALARIO MÍNIMO


DICTAMEN:

Difícil le es a esta ponencia concretar el medio de conseguir la disminución a ocho horas, cuando tantos y tantos obreros trabajan aún diez y doce horas. El carácter nacional de este Congreso implica que las resoluciones que se tomen tengan el mismo carácter expansivo; más claro, que los acuerdos que se aprueben afecten y favorezcan a todos los obreros domiciliados en España; estas circunstancias que tanto nos han de favorecer en lo sucesivo en nuestras luchas futuras, es lo que hoy hace más difícil, como decíamos, nuestra labor.

¿Cómo emplear el mismo medio, por ejemplo, los oficios que hoy trabajan nueve horas y los obreros del campo, esos infelices esclavos modernos, que antes que aparezca el sol caminan pesadamente con el corazón al hombro, con el cual van a castigar a la madre tierra para hacerla producir esos sabrosísimos y necesarios frutos que después ellos no han de consumir?

Los diferentes caracteres, las distintas costumbres de los pueblos, hacen que los obreros trabajen y luchen de distintos modos, y en diferentes condiciones. Esta ponencia cree, pues que el medio más factible para conseguir la jornada de ocho horas, es procurar emprender una activa y enérgica campaña en favor de dicha jornada hasta llevar al convencimiento del obrero en sus beneficios.

Respecto al jornal mínimo, esta ponencia entiende que no debe el Congreso tomar acuerdo sobre el particular, pues la máquina social tiene un engranaje tan complejo que nada resolvería el aumento de salario, pues resultaría que como cada día aumenta el precio de los productos, el jornal mínimo aquí acordado resultaría incapaz de cubrir nuestras necesidades al poco tiempo; además, cree esta ponencia que logrando la reducción de jornada, lo que implicaría el aumento de brazos, es el mejor medio para que los obreros por si mismos, no trabajen a menos precio que el necesario para su bienestar.

Recomendar a todos los sindicatos obreros que en cuantos actos celebren aboguen para llevar al convencimiento de los explotados la conveniencia de la jornada de ocho horas, por considerar que la rebaja ha de ser el principio de nuestra emancipación. Una vez que el obrero se crea capacitado en las diferentes regiones para imponer tal reforma, decretar, por medio de la Confederación, la conquista de las ocho horas, a la cual han de contribuir todos los obreros.

Respecto al jornal mínimo, como hemos dicho antes, esta ponencia cree no debe el Congreso legislar sobre ello, por creer que nada resolvería, dadas las diferentes condiciones en que se produce y consume en las distintas regiones.


TEMA 7º LA HUELGA GENERAL, PARA QUE SURTA EFECTOS DE EFICAZ DEFENSA DEL PROLETARIADO, ¿PUEDE SER PACÍFICA O HA DE SER ESENCIALMENTE REVOLUCIONARIA? EN TODO CASO, ¿EN QUE FORMA CREE EL CONGRESO DEBE EMPLEARSE PARA SU SEGURO EFECTO?


DICTAMEN:

Es este un problema arduo, pavoroso y de actualidad. La ponencia suscribe, al hacer de él un estudio lo más concienzudo posible, dentro del lapso de tiempo relativamente corto de que dispone, ha de declarar francamente, brutalmente, aunque la frase sea dura, que la huelga general ha de ser esencialmente revolucionaria. ¿Por qué? Por las siguientes razones.

La huelga general, al cruzarse de brazos en un momento dado los trabajadores, trae como consecuencia un trastorno tan grande dentro de la marcha de la actual sociedad de explotados y explotadores, que imprescindiblemente habrá de causar una explosión, un choque, entre las fuerzas antagónicas que hoy luchamos por la vida, pues así como la tierra, si dejase de girar sobre su eje chocaría con cualquier otro astro, nosotros, al dejar de laborar, chocaríamos con todos aquellos que no quieren que salgamos del círculo de hierro en que estamos metidos.

La huelga general pacífica es imposible que pueda ser duradera. Figuraos lo que sucedería en un hogar proletario cuando a los pocos días quizá al día siguiente del paro, si se acabaran las escasas provisiones de boca con que se contara; lanzaríase aquel trabajador a buscarlas fuera de casa, se uniría con otros que estuvieran en el mismo caso; y como no habiendo producido estos días y holgando también los expendedores de los mercados, no habría donde adquirirlas legalmente (en caso favorable de disponer de fondos para ello), tendrían que dirigirse a esos grandes sitios de acaparación, a esos grandes almacenes abarrotados de género, que a veces se pudre mientras muchos desheredados caen desfallecidos por la abstinencia. Mas como esos almacenes son de propiedad privada, la fuerza pública viene obligada, dentro del actual estado de cosas, a defenderlos, y de ahí resultaría uno de los muchos choques que una huelga general trae consigo.

La huelga general ha de ser revolucionaria, porque los guardadores del orden, para guardarlo, no conocen o no ponen en práctica otros medios que los de perseguir y encarcelar a los más activos, a los que llevan desde un principio la dirección de la lucha, y el resto de los obreros ha de protestar de la práctica de estos medios, y esta protesta debe ser violenta, pues de lo contrario, en lugar de vencer a los tiranos inmolarían nuevas víctimas.

Otros mil argumentos podríamos aducir en favor del carácter revolucionario de una huelga general, pero creyendo que durante la discusión del presente dictamen se expondrán a la consideración del Congreso, a él dejamos su exposición.

Teniendo que ser revolucionaria la huelga general, ¿cuándo ha de ser llevada a la práctica para su completo éxito? He aquí el problema. Hasta ahora se ha hecho uso varias veces de dicha arma; pero declaremos que es un arma tan grande, de resultados tan contradictorios si no se emplea con conocimiento de causa, que podría ser, quizá causa de nuestro rebajamiento moral. Y para que esto no suceda, la ponencia dictaminadora cree:

Que una huelga general no debe declararse para alcanzar un poco más de jornal o una disminución en la jornada, sino para lograr una transformación total en el modo de producir y distribuir los productos. Para esto es preciso una fuerte conexión entre todos los obreros, no de una región sino de las distintas regiones que integran la nación española; para que la huelga sea general en la verdadera aceptación de la palabra, quizá en la única aceptación, cuando dejen de producir al unísono todos los asalariados de un mismo país; aunque esto no sea óbice para que, cuando los trabajadores estemos bien compenetrados, la huelga general universal, que será el día que empiece a brillar la luz de la justicia.

Empero esto no suceda, y concretándonos a España, la experiencia nos ha enseñado que la huelga general en una sola localidad, si bien no nos causa grandes perjuicios porque demostramos nuestro espíritu de lucha y nuestros deseos de emancipación, lo cual ya es, como dijo un burgués, «un aldabonazo que damos a las puertas burguesas»; en cambio hemos de confesar que, localizada la huelga general en un punto y estando el resto de los obreros de la nación en pasividad completa, las fuerzas públicas, al servicio de la burguesía, se congregan en aquel lugar, siendo fácil relativamente a los gobiernos sofocar la rebelión.

Creemos, pues, que la huelga general, para su completo éxito, debe llevarse a la práctica cuando los obreros federados en la Confederación nacional estén capacitados para llevar a feliz término la renovación de las malas condiciones en que hoy se trabaja. No obstante, pueden darse, y se dan, casos en que la burguesía o los gobiernos, por su conducta egoísta, obliguen al obrero a declarar una huelga general en una localidad o en una región, y creemos, para estos casos, que el comité local sea el encargado de resolverlo, y estudiar si debe extenderse a la nación, y únicamente, en un caso concreto, y como conclusión, debe el Congreso acordar ir a la huelga general: en caso de aventuras guerreras, pues en ellas el proletariado únicamente pierde sangre y no gana nada.


TEMA 9º CUANDO ESTANDO UNA SOCIEDAD FEDERADA EN LUCHA ES ATROPELLADA POR LA POLICÍA O LA FUERZA PUBLICA, ¿QUE ACTITUD HAN DE ADOPTAR LAS DEMÁS SECCIONES FEDERADAS?


DICTAMEN:

Esta ponencia cree que el enunciado del tema que se le ha confiado debe modificarse en el sentido de incluir bajo una denominación común a la policía y a todos los demás cuerpos armados del Estado, Provincia o Municipio. Diferencia esencial entre unos y otros no existe. Ciertas Diputaciones y Municipios, cuya vida económica se lo permite, se han creado cuerpos particulares para tener amparados por la fuerza los intereses y los principios autoritario-capitalistas que representan. El Municipio y la Diputación descansan, por la práctica heredada en su ambiente burgués y por las leyes que les dieron vida, en los privilegios sociales, hallándose, además, constantemente bajo la mirada inquisitiva del Estado, que no tolera nunca que se haga, por organismos oficiales subordinados a él, obra disolvente de los dogmas fundamentales de la sociedad burguesa, a saber: la «Propiedad», origen fecundo de la prosperidad de unos pocos y de la miseria y la muerte de millones de humanos, y la «Autoridad», elemento poderoso esencial para perpetuar tan cruel situación. Por estos motivos, pues, el Municipio y la Diputación tienen fuerza armada para imponer su poderío en casos corrientes y, para los de mayor importancia, acuden a su celoso vigilante, el Estado, en demanda de los cuerpos armados que posee, comunes a todo el territorio nacional.

Podemos admitir, en consecuencia, que la misión de todos los elementos armados de que dispone el mundo oficial, es idéntica en el fondo; si en algo varía es en los grados de su potencia, de su radio de acción. Englobados ellos en uno solo y verdadero, antes de proseguir fijémonos sucintamente en la expresión «fuerza pública», que figura en esta tema, para demostrar el erróneo empleo que se le da. La palabra pública, puesta, al igual que en el presente caso, como adjetivo, quiere decir, según el Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Roque Barcia, y el de la Academia Española, «lo que pertenece a todo el pueblo».

Ahora bien, lo que se ha dado en llamar «fuerza pública», por un convencionalismo de los que tanto se cultivan en las modernas democracias, ¿pertenece realmente a todos los que componen un país cualquiera?. Por lo que hemos indicado ya, se ve que la más importante de sus funciones consiste en imponer el cumplimiento de las leyes sancionadoras de la desigualdad social y protectoras de la explotación humana. Puede haber, y hay en realidad, aún en la actual sociedad de propietarios, cosas que son verdaderamente públicas, como por ejemplo los servicios de alumbrado público, de fuentes públicas, de jardines públicos, etc., porque esta luz, este agua y estos aromas pueden disfrutarlos absolutamente todos los hombres, tanto si no poseen un céntimo como si son millonarios.

Cuando los intelectuales burgueses apologistas de esta sociedad ven que los trabajadores rechazamos sus teorías encaminadas a que aceptemos los organismos armados sustentadores de la misma, se esfuerzan por convencernos de que no sólo sirven de amparo a lo que ellos llaman «prosperidad económica del país», sino que también son una salvaguardia personal de todos sus hijos, incluso los más humildes.

Es tan contradictoria la realidad con esta afirmación, que precisamente debido a ello se ha presentado a este Congreso el tema de que tratamos; ya tendremos, por lo tanto, ocasión de ver manifestada su falsedad. De momento nos limitaremos a recordar, sencillamente, el hecho revelado por toda la prensa mundial de que la llamada «fuerza pública» de la República Argentina ha amparado y protegido a los potentados y a los hijos de los potentados que no hace mucho destrozaron, incendiaron y asesinaron en las moradas particulares de los trabajadores y en sus centros sindicales. Es decir, cumplió una vez más, pero con mayor cinismo, su papel de protectora de los intereses y principios de la burguesía en contra de los del proletariado.

Queda evidentemente demostrado, salvo error de esta ponencia, que está dispuesta a rectificar si tal cosa se le demuestra, que es falsamente aplicada la frase «fuerza pública» y que todos los cuerpos armados oficiales deben incluirse en la denominación de «fuerza armada burguesa».

Teóricamente sostienen todos los gobernantes, tanto más cuanto más democracia pregonan que en las luchas entre trabajadores y burgueses se inclinarán hasta cierto punto del lado de los obreros, por la gran simpatía que por ellos sienten, pero que pasando de dicho punto deberán mantenerse neutrales para que se ventile la cuestión entre los dos elementos en guerra, pues un gobierno, al intervenir resueltamente a favor de alguno de ellos, mostraría un parcialismo en el que no debe incurrir, porque según ha dicho recientemente Briand, el presidente del Consejo de ministros de Francia, interpretando el platonismo de todos los gobiernos liberales, «deben gobernar para toda la nación y no solamente para una clase».

Pero, paralelas a este deseo oratorio, y como demostración plena de que el capital es una fuerza inmensamente superior al Poder, por el cual ha de estar servido de una manera o de otra, se deslizan los gobernantes, alardeando de interpretar fielmente la ley y cumplirla (lo cual reconocemos nosotros que, en muchos casos, es cierto) en largas series de consideraciones sobre los servicios públicos de atención ineludible, sobre la libertad del trabajo, sobre le orden público, etc., que al traducirlas en hechos hacen que intervengan en la lucha de clases dificultando, cortando, hipócritamente o brutalmente, según les convenga, no a los dos combatientes a la vez, como algún incauto podría pensar, sino al más débil de ellos, al trabajador.

Y esto sucede en las muchas ocasiones en que, como ya hemos indicado, las autoridades dicen cumplir y realmente cumplen las leyes. Pero, ¿es que acaso no se han hecho éstas por y para los capitalistas? Los trabajadores de los tiempos modernos sabemos positivamente qué clase de principios morales, políticos y económicos han nutrido las inteligencias de los confeccionadores de leyes, y no ignoramos, ni nos sorprenden, aunque las repudiamos firmemente, las consecuencias de su obra.

Calcúlese, pues, las mil injusticias que ocurrirán cuando los gobiernos violentan la ley o pasan sencillamente por encima de ella, como sucede frecuentemente cuando de trabajadores se trata. Días pasados dijo Canalejas, queriendo justificar la intervención de la fuerza pública armada en la última huelga de mineros bilbaínos, que ello se acordó porque, en vista de lo excitadas que se iban poniendo las pasiones, su presencia en el lugar de la lucha tenía el influjo de elemento moderador. Esta palabra se deriva demoderación, que en correcto castellano significa «templanza en las acciones políticas y morales». Pues bien, con los batallones y las ametralladoras que mandó el gobierno a Bilbao, ¿a quién pretendía infundir templanza?. ¿A los patronos, para que depusieran su actitud de extremada intransigencia a la exigua demanda de los obreros? No, porque ellos se desvivieron solicitando la intervención del ejército. ¿La quería infundir exclusivamente al más débil de los dos combatientes, al trabajador, para que en pleno dominio de latemplanza que le inspirarían las máquinas de guerra y la fuerza armada, se le amortiguase el vigor indispensable para la lucha, iniciándosele en su ánimo el vencimiento moral, para luego, como resultado matemático, darse por vencido materialmente al capitalismo?. Si. Por encima de todos los razonamientos que pudiésemos aportar para demostrarlo, hay el examen frío y analítico de los hechos que así lo dan a entender de una manera concluyente.

Los gobiernos liberales practican su pregonada neutralidad poniendo todo el apoyo de sus hombres armados al servicio de la parte más fuerte de los combatientes sociales, la burguesía y haciendo declaraciones contrarias a los trabajadores y pronunciando frecuentes amenazas, con todo lo cual contribuyen poderosamente a mermar la fuerza moral de los huelguistas y a la prolongación de los conflictos, constituyendo este último uno de los medios más disimulados y eficaces para que sean derrotados, pues las autoridades saben de sobras que la miseria económica a que está sometido el proletariado imposibilita el prolongar con éxito las huelgas. Además, los gobernantes y la burguesía no temen, el que estas luchas pudieran eternizarse, no; lo que les llega a preocupar hondamente es el criterio sindicalista revolucionario que las inspire y el cariz enérgico y general que ellas puedan tomar.

Debemos persuadirnos de que no sólo la neutralidad de los gobernantes es puro engaño sino que lo es también la benevolencia que algunos dicen dispensar a los trabajadores. Una prueba clara de esto la tenemos en lo ocurrido con motivo de la huelga de ferroviarios habida en París estos últimos días. El gobierno radical-socialista de la nación, haciendo protestas de amor al proletariado, ha tenido una idea ingeniosa que no sabemos se le hubiese ocurrido a ningún otro gobernante para derrotar a los trabajadores. Hallándose en plena huelga y no siendo posible tomar a cualquier pobre diablo como esquirol, porque la índole del trabajo exigía conocimientos técnicos indispensables, llamó al servicio activo militar a todos los huelguistas reservistas para, una vez incorporados a filas, obligarles al caso raro de tener que hacer de esquiroles de si propios. Y de este modo hemos tenido ocasión de anotar para la historia el hecho de que un Briand, el ayer jefe socialista propagador de la huelga general, ha pretendido rendir a los huelguistas con las penas bárbaras e inicuas del código de justicia militar.

¿Cómo era posible que el gobierno ni tan siquiera guardara neutralidad en la contienda si se hacía el ensayo de una huelga de ferrocarriles, dato pavoroso para la seguridad del mundo capitalista?. ¿Era cuerdo esperar que se mantuviese verdaderamente neutral en una lucha de los trabajadores ferrocarrileros (entre los cuales se cuentan guardabarreras que cobran, parece increíble, cinco francos al mes) contra sus explotadores, en cuyo primer término figuran los del Consejo de Administración de los Ferrocarriles del Norte de Francia (la empresa que primero sufrió la huelga) que se llaman Eduardo Rothschild, barón Gustavo Rothschild, barón Alfredo Rothschild, barón Enrique Rothschild, barón Jaime Armando Rothschild, Lord Rothschild y el barón Lambert, suegro de uno de los barones citados, siendo además esta familia dueña de la Banca de Francia y de los Ferrocarriles del Este, París, Lyon, Mediterráneo; de Cintura, de Madrid, Zaragoza, Alicante; del Sud de Austria; de las minas de la Grand’Combe y de la de Peñarroya; de seguros sobre la vida, de incendios, de máquinas y de otros muchos?. ¿Cabía ni suponer tan sólo que los revolucionarios transportados (por oportunismos de la burguesía moderna que tiene habilidad suma en aprovechar las ambiciones personales) a la condición de gobernantes, no apoyarían al monstruo capitalista, que tiene poder absoluto para devorarlos?

Pero no obstante las amenazas del gobierno, los trabajadores sindicados contestaron al llamamiento a filas con la brava consigna, que fijaron impresa por toda la capital, de «¡No obedezcamos la orden de movilización! ¡Viva la huelga!». Y la cumplieron.

Debido a esa manera especialísima de entender la neutralidad en los conflictos entre obreros y burgueses, se han visto ahora soldados ferrocarrileros como en otras ocasiones se vieron soldados electricistas, soldados impresores, soldados panaderos, soldados tranviarios, etc., y andando los tiempos, conforme los asalariados vayan adquiriendo conciencia de clase y luchen, quizás se vean también soldados modistos o vendedores de pastillas de café con leche en los cinematógrafos y teatros.

La fuerza armada burguesa interviene siempre en estas luchas con carácter nocivo para los obreros, aún cuando no pase al terreno del atropello, y para dejar esto bien demostrado hemos escrito lo precedente. Debemos prepararnos, pues, para estar a la defensiva en todos los casos, hacernos acopio de la inteligencia, de voluntad y de organización para los ataques (que no podrán acabar nunca, mientras no llegue el triunfo) dirigidos al corazón de la sociedad capitalista.

Hasta hoy los obreros organizados acostumbraban a mirar con cierta pasividad los atropellos que la fuerza armada burguesa cometía con las sociedades en lucha, ya porque los unos consideraban, faltos de criterio, que eran incidentes casi fortuitos, aislados, sin ninguna relación íntima con la lucha entre el burgués y el obrero, ya porque los otros, los conscientes, al observar la indiferencia de las masas obreras juzgaban casi imposible cualquier acción seriamente enérgica. pero en este Congreso, que tal vez sea el origen de una gran fuerza proletaria, bueno será que demos el paso inicial de afirmar una nueva actitud para lo futuro.

Contra el atropello cometido a una Sociedad federada en lucha podría esta ponencia recomendar muchas y excelentes armas, como por ejemplo acudir ante el pueblo con el mitin, hojas, carteles, y números extraordinarios de nuestro órgano en la prensa, emprender el boicotaje, el sabotaje (que tanto preocupa hoy en día), la huelga del oficio afectado por el atropello y la huelga general revolucionaria; todo esto podríamos recomendar, pero a la vez juzgamos que los organismos obreros no deben incurrir en el error de los legisladores, que confeccionan leyes y más leyes para quedar luego incumplidas, porque al chocar con la realidad de la vida no responden en nada a las necesidades, a las palpitaciones imperiosas de la misma.

Precisamente el tema de que venimos tratando es de una tal particularidad, que para resolverlo debe de tenerse en cuenta un factor importantísimo: la excitación de los trabajadores causada por el supuesto atropello. ¿Y cómo es posible en cosas que interesan al sentimiento de un modo capital tomar resoluciones de antemano?. ¿Acaso es factible predecir los grados de indignación que causará un atropello, desconociendo los caracteres de crueldad que haya revestido, si ha habido motivo provocador del mismo y otros detalles de interés, para que sometamos a la deliberación del Congreso determinadas, concretas, definidas y detalladas actitudes?

Pongamos dos breves ejemplos prácticos, retratados de la vida real, en apoyo de nuestro parecer. Cuando un agente autoritario al tratar de cachear a un obrero huelguista e indicarle éste que debe ponerse los guantes para efectuarlo, le contesta a bofetadas, es evidente que comete un atropello; igualmente se comete un atropello cuando, ha ocurrido en diferentes países, masas de obreros van en manifestación por las calles, contra aventuras del gobierno que se juzgan de ruina y muerte para el pueblo y aparece repentinamente un nutrido grupo de agentes autoritarios que, sin previo aviso dispara contra la masa, cayendo hombres, mujeres y hasta niños (estos sublimes inocentes que los legisladores no se han atrevido a llevarlos al cadalso) vilmente asesinados por las balas burguesas.

Los dos casos constituyen un atropello, es muy cierto; pero es tan grande su diferencia que también deberían ser grandemente diferentes los acuerdos que respecto a los mismos pudieran tomarse.

Esta ponencia cree, por consiguiente, que la Federación, ante el atropello cometido con alguna sociedad en lucha, debe abandonar la actitud casi tradicional en las sociedades obreras, de pasividad y de lamentos estériles para las víctimas, trocándola por una acción decidida cuya especificación de detalles y potencia de desarrollo lo determinarán inflexiblemente las circunstancias que concurran en los acontecimientos.

En resumen; afirma esta asamblea, si a bien lo tiene que, en el futuro, los gobernantes que atropellen por medio de su fuerza armada a alguna de las hermanas federadas, se encontrarán, no con las lágrimas , sino con la actuación resuelta de esta Federación; y, además que se cree ocioso definir actitudes venideras, por lo que deja el camino bien expedito para llegar a los más grandes y vivísimos caracteres de energía en la protesta, según fuese la magnitud del atropello.

Se aprueba la siguiente proposición incidental:


Proponemos a la asamblea que no sólo apruebe la conclusión leída sino que como primer acto de propaganda de la Federación Nacional se haga una gran tirada del dictamen y se reparta en toda España.


OTRAS PROPOSICIONES ACORDADAS


TRABAJO DE LA MUJER


La ponencia entiende que dada la constitución física de la mujer, este Congreso debe considerar como inhumano el trabajo que ésta efectúa, ya sea en la carga y descarga y en otros trabajos cuyo esfuerzo es superior a su constitución. Nosotros consideramos

que lo que ha de constituir precisamente la redención moral de la mujer -hoy supeditada a la tutela del marido- es el trabajo que ha de elevar su condición de mujer al nivel del hombre, único modo de afirmar su independencia.

Además, hemos de considerar que la disminución de horas de trabajo de muchos de nosotros la debemos indirectamente al penoso trabajo de las mujeres en las fábricas; mientras tanto que muchos de nosotros permitimos que nuestras compañeras se levanten de la cama antes de las cinco de la mañana y nosotros permanezcamos descansando. y cuando la mujer acaba de derramar su sangre por espacio de doce horas, para mantener los vicios de un explotador, llega a su casa y en lugar de un descanso se encuentra con un nuevo burgués -compañero- que con la mayor tranquilidad espera que haga los quehaceres domésticos.

Por consiguiente, como conclusiones la ponencia expone al Congreso:


 Abolición de todo trabajo que sea superior a sus fuerzas físicas.

 Entendiendo que para lograr su independencia la mujer necesita del trabajo y por consiguiente éste es penoso y mal retribuido. Proponemos:






 Que el salario responda a su trabajo con idéntica proporción al del hombre.

 Que sea deber de las entidades que integran la Confederación Nacional del Trabajo Española, se comprometan a hacer una activa campaña para asociar a las mujeres y para disminuir las horas de labor.

 Esta ponencia determina que no debe permitirse bajo ningún concepto que trabaje un mes antes de su parto y hasta un mes después de haber dado a luz.

REGLAMENTO PROVISIONAL


Que, tras su lectura fue aprobado y acordaron apareciera en el periódico «SOLIDARIDAD OBRERA».


La ponencia acepta lo propuesto por Lostau: «el compañero Lostau, delegado de los Cerrajeros de obras, de Barcelona, impugna el reglamento de la Federación, opinando que ésta ha de ser titulada Confederación».



FORMA DE ORGANIZAR A LOS AGRICULTORES


Esta ponencia reconoce que como medio para organizar a los obreros agrícolas debe llevarse cuanto antes a la práctica el acuerdo relacionado con la forma de reorganizar y asociar a los obreros dispersos. Al mismo tiempo recomienda a los congresistas como medio eficaz para cooperar a la unión de los agricultores, se ponga en práctica por los oficios afines a éstos el boicot contra todos aquellos patronos que tengan jornaleros no asociados.



CONCURRENCIA DE DOS SOCIEDADES DEL MISMO OFICIO EN MISMA LOCALIDAD DENTRO DE LA FEDERACIÓN


La Ponencia Revisora de Credenciales del Segundo Congreso de Solidaridad Obrera, tiene a bien presentar el siguiente dictamen con relación a los de las Sociedades de Obreros Tipógrafos y Obreros Mecánicos. Cumpliendo el acuerdo del primer Congreso Regional de Solidaridad Obrera, que dice: «que a partir de la fecha del acuerdo no puede la Confederación Regional reconocer personalidad a ninguna entidad de las que se formen habiendo ya otras del mismo oficio», teniendo en cuenta que en las dos Sociedades objeto del presente dictamen concurre esta circunstancia y considerando, por último, que no hay motivos para rectificar dicho acuerdo, procede la no admisión en el presente Congreso de dichas entidades


Se da lectura al acuerdo recaído en este mismo asunto en el Congreso anterior. Castillo dice no se cumple el acuerdo del anterior Congreso de que no pueden existir dentro de la Federación dos entidades del mismo oficio de una localidad. El delegado de los sombreros fullistas manifiesta que puesto que el acuerdo del anterior Congreso dice que dentro de la federación se dará preferencia siempre que existan dos sociedades del mismo oficio a la que sea su norma de conducta más afín a la táctica que sigue Solidaridad, no cabe discusión, siendo el Consejo quien estudie este asunto.


BOICOT AL PERIÓDICO «EL DILUVIO»


Se presenta una proposición del compañero Salud pidiendo se declare el boicot a «El Diluvio» por su labor realizada contra los obreros, dándose lectura a un artículo del mismo, aprobándose el boicot con un voto en contra.



PROTESTA POR EL ALARDE DE FUERZAS DESPLEGADO POR LA AUTORIDAD CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL PRESENTE CONGRESO


Siendo aprobada por unanimidad.



SOLIDARIDAD CON LOS COMPAÑEROS DE SABADELL


Se da lectura a un telegrama recibido de Sabadell pidiendo la declaración de la huelga general revolucionaria como solidaridad a la que ellos sostienen según el acuerdo tomado anteriormente.

Se aprueba otra proposición declarando las simpatías con que ve el Congreso la lucha sostenida por los compañeros de Sabadell, por la energía y decisión con que sostienen sus derechos contra sus explotadores.



SANIDAD


Lectura de una proposición declarando haber visto con satisfacción la nueva orientación dada por el doctor Queraltó y el Congreso Internacional Sobre la Tuberculosis, dando preferencia para curar la tuberculosis a la acción social sobre la terapéutica.



ESPERANTO


Proposición para que se adopte y recomiende a los sindicatos el estudio del Esperanto.



SIMPATÍA HACIA FERROVIARIOS FRANCESES


Manifestando su simpatía hacia los ferroviarios franceses y condenando la conducta adoptada por el gobierno francés con ocasión de la última huelga de dichos compañeros.



LABOR DE SOLIDARIDAD OBRERA

Viendo con satisfacción la labor realizada por Solidaridad Obrera, y muy principalmente desde el anterior Congreso.



HUELGA DE BARCELONA Y SABADELL

Aprobando las gestiones de las comisiones de huelga de Barcelona y Sabadell.





COMISIÓN PRO-PRESOS


El compañero Herreros da lectura de una carta de los presos por los sucesos de julio, lamentándose del abandono en que se encuentran y pidiendo que Solidaridad Obrera nombre una comisión pro-presos, compuesta exclusivamente de obreros, pues no le merece confianza la nombrada actualmente en sustitución de la obrera, y de la que forman parte el delator Bonet; al mismo tiempo recuerda el compromiso de los diputados que hicieron uso de la palabra en el mitin de la plaza de Armas del Parque, en el cual se comprometieron a hacer obstrucción a los presupuestos de no concederse la amnistía; mas en vista de no haber realizado esa labor debe de nuevo encargarse de ella la Federación, así como nombrar otras comisiones en las demás provincias, nombramiento que deben llevar a efecto dos Comités locales pertenecientes a la Federación Nacional, lo que es aprobado por unanimidad.



PROTESTA POR LOS ATROPELLOS COMETIDOS POR EL GOBIERNO Y LA BURGUESÍA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA


Al quedar constituida Solidaridad Obrera en Confederación Nacional del Trabajo, acuerda manifestar en la prensa obrera mundial la indignación con que ha visto las medidas inicuas, legales y extralegales, que el Gobierno de la República Argentina ha empleado en contra de los trabajadores y su organización, por lo que recomienda a las sociedades adheridas hagan una intensa propaganda de protesta cada vez que se repitan hechos parecidos afirmando al mismo tiempo su absoluta convicción de que, a pesar de las violencias de todos los gobiernos, no podrá haber paz en la tierra hasta que los trabajadores ayudados por los grandes cerebros videntes del porvenir, tengamos la suficiente fuerza para aniquilar a la desigualdad económica y a todos sus defensores.



CUOTA


Sobre la cuota que deben pagar las Secciones, se acuerda que lo marque el Comité para el próximo Congreso, y mientras tanto se continué pagando lo que actualmente pagan las Secciones. Ávila pregunta si las Federaciones que sostienen el periódico han de pagar también tres céntimos por cada uno de sus federados. Después de hacer uso de la palabra varios compañeros se acuerda no abonen más que dos céntimos.



LUGAR DE RESIDENCIA DEL COMITÉ CENTRAL


Se acuerda por unanimidad que sea en Barcelona hasta el próximo Congreso. Se acuerda para el próximo Congreso, en primer término, la proposición de los compañeros albañiles, que dice «¿Qué responsabilidad cabe al trabajador en su trabajo?»



SOLIDARIDAD CON LOS HUELGUISTAS DE SABADELL


Proponemos al Congreso acuerde como medida de solidaridad a los huelguistas sabadellenses que todos los delegados presentes lleven al ánimo de sus respectivas entidades el deber ineludible que tienen de cumplir los acuerdos de las asambleas de delegados de Solidaridad Obrera de Barcelona, de auxiliar materialmente a los huelguistas.

Que si el próximo viernes no se ha solucionado la huelga, cumplan los huelguistas el acuerdo de abandonar en masa la población de Sabadell. Y que si con motivo de este último acuerdo las fuerzas burguesas atropellasen a estos compañeros, el Comité de la Confederación de Barcelona dé cumplimiento al acuerdo tomado en la sesión de anoche y que se refiere a este caso concreto.